Siguiendo el consejo de un buen amigo, decidí escribir acerca de la navidad empresarial. No solo lo hice por él, sino porque presencié un acto decadente y a la vez cómico. Estando hoy sentado en mi puesto de trabajo, empecé a escuchar una campana, de esas pequeñitas y fastidiosas. El sonido no parecía emerger de un lugar específico, por lo que seguí en lo mío. Unos minutos después sentí ese estridente ruido muy cerca, a pocos metros. No pensé que la empresa en la que laboro pudiera llegar tan lejos; creí que con el espectáculo dado en Halloween había bastado, pero me equivocaba.
Se trataba de un hombre adulto delgado disfrazado de Papá Noel, portando un vestido relleno con lo que pienso que eran bolsas plásticas. Este amorfo ser era el creador del sonido de la campana, que me imagino que a las personas les recuerdan que llegó diciembre y la celebración prematura de la navidad. No era bastante mi sorpresa cuando veo detrás de él a un niño de más o menos 5 años disfrazado de ángel, con una túnica blanca, aureola de alambre dulce y unas alas de un material similar a la espuma. El Papá Noel estaba caminando cubículo por cubículo, con un sobre de manila amarillo abierto, usándolo en forma de recipiente, y el niño con una chuspa llena de choco breaks
En un principio creí que estaban haciendo una colecta de dinero, por lo que mentalmente me convencí de no entregar un solo centavo de mis bolsillos; nadie sabía para qué era el dinero, tal vez para un mejor relleno del disfraz. Como fuera, no estaba dispuesto a patrocinar una marranada así. Un cubículo antes del mío, vi que el hombre disfrazado se acercaba a la gente y no pedía dinero, sino que los empleados sacaban algo del sobre de manila, parecía una tarjeta. Luego de eso, el niño-ángel entregaba un choco-break, decía feliz navidad y corría hacia otra persona. Parecía el niño con afán de terminar su tediosa labor de entregar confites y desear felicidad.
Vagamente, me esperancé que los papeles entregados por Papá Noel se trataran de boletas para una rifa, o un bono para la máquina de comida de la oficina, pero no fue así. Al detenerse junto a mí, el hombre rojo dijo “lo esperamos en la novena”, saqué mi papel de la bolsa y recibí el dulce al pequeñín. Lo primero que pensé fue por qué no le dije a Papá Noel “¿¿¿y es que hoy es 16 de diciembre o que putas???”. Al no haber dicho nada por mi cobardía congénita, leí el papel, que sí resultó ser una tarjeta hecha en computador impresa con impresora de cartucho (lo noté por toda la tinta esparcida en el papel). Deseaba una feliz navidad e invitaba a soñar en épocas decembrinas.
El show duró alrededor de media hora; el hombre con su caminar cansino recorrió todos los puestos de trabajo, seguido del niño. Tomé varias fotos con mi teléfono para poder comprobar la historia. No pensé que la empresa llegara tan lejos. Yo tolero la decoración, el árbol, el pesebre, que toda la celebración empiece el 1ro de diciembre, pero no a un Papá Noel con una barriga de bolsas y un niño disfrazado de ángel. Lo peor de todo es que estoy seguro que costó más el alquiler del vestido y no la miserable bolsa de choco-breaks que repartieron. Si los dueños del aviso creen que fue un gesto coqueto y cordial se equivocan. La próxima vez o bien que lleven a un tipo sin disfraz dando mejores dulces o que no hagan nada, pero esa muestra de tacañería y mezquindad llevando una bolsa de dulces y un disfraz relleno de bolsas es una falta de respeto, más aún cuando la empresa es de uno de los tres hombres más adinerados del país. Malparido.
jajajaja rebueno! la navidad empresarial es lo peor!! de hecho la navidad en sí es una mierda!!
ResponderEliminarQue no se note que yo fui el amigo que recomendó el tema... no lo escribí yo porque sólo ud puede expresar ese fastidio navideño.
jajajajaj el niño angel jajaj yo en algun momento pense que los sobres train doble prima o algo asi jjajaj pero una bolsa de choco break no se queda atras pues!
ResponderEliminarEn cambio yo creo que fue SantiagoPeye quien insistió fervientemente que usted escribiera sobre el tema, tal vez porque no le dieron el papel de "Papá Noel" y está un poco dolido.
ResponderEliminarY si usted se hubiera disfrazado de Papá Noel no necesitaria relleno jajajajaj
Dato Curioso: JAIRO MUÑOZ A LOS 4 AÑOS SE DISFRAZÓ DE PAPÁ NOEL... TENGO LAS FOTOS, ME CONSTA!!!! jajajaja
Pero por lo menos le tiraron un dulcito de $150, para q lo lleve a su profana boca y le de mas sueño manipulando los naipes o el pintball en el wxp jejeje
ResponderEliminarYa se aproxima la próxima navidad empresarial, y no cambié de lugar de trabajo; Estoy destinado a revivir al maldito niño ángel con sus dulces miserables.
EliminarBueno, acabo de leer este post luego de leer desaforada-mente todo su blog en tiempo record. Al ver las penurias por las que usted pasa metido en esos cubículos, me hace sentir como un niño mimado quejandome. Tengo un trabajo que, aunque es mal pago y a nadie le importa lo que hago, es el tipo de trabajo que muchos quisieran tener: viajo gratis a lugares remotos, hago cosas interesantes, y tengo una oficina para mi solo*, que si quiero la cierro para no tener que verle la cara a nadie. Y si me toca, son gente educada y cordial. Y en medio de una muy agradable ciudad de las grandes planicies norteamericanas.
ResponderEliminarSu blog es un necesario espacio de sensatez, rabiosa, si, pero sensatez al fin y al cabo.