HISTORIAS DE ESTA LETRINA

Historias de ésta letrina

martes, 26 de marzo de 2013

FONSECA Y EL HIMNO NACIONAL


La emoción no es excusa para la incompetencia
Yo tampoco me sé muy bien el himno nacional, pero no me importa, porque quisiera olvidarlo, borrarlo por completo de mi mente. Cosa distinta pasa con los “artistas”, que siempre guardan la esperanza de ser contactados por el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol para cantar el himno nacional a capela en Barranquilla (maña muy estúpida copiada de los gringos).
 



Todos le caen encima a Fonseca, y estoy  de acuerdo que lo hagan, porque es un muy mal cantante, y se prestó para hacer su versión en tropi-pop de la canción de La Fina. Si él, al igual que los cantantes que hacen intentos infructuosos y por demás ridículos de “rescatar” un supuesto folclor que ellos mismos inventaron, no se saben el himno nacional, están jodidos, casi liquidados, en la industria.

Caso contrario le pasa a la nueva catalana Shakira. A esa señora lo último que le importa es lo que piensen de ella si no se sabe el himno de colombia. Y estoy seguro que lo quisiera olvidar, porque ella odia este país y a sus pobres, odia que los colombianos no seamos blancos, rubios, altísimos y millonarios. Siente asco de ella misma, por haber nacido en este tierrero lleno de morenos, negros e indígenas. Lleno de desempleados, de vendedores ambulantes y de madres cabeza de familia. Por eso se fue inicialmente a Buenos Aires. Luego vio que en Europa podía estar más lejos de colombia, y de sus asquerosos pobladores.

Yo quisiera estar muy lejos, no por las condiciones en las que viven los colombianos, sino por lo que representan los colombianos, las mañas que los caracterizan y que los hacen destestar en todo el mundo. Quisiera estar lejos de gente como Fonseca, o de la gente que siempre está pensando en cómo timar a los demás. También de los violadores, de los patriotas y de los que envenenan animales.
Si ese maldito Fonseca se las da de muy patriota, que se aprenda bien el cabrón himno nacional, con todas sus once estrofas. Ese es el problema de los colombianos, que siempre hacen el trabajo a medias, mediocremente, como por salir del paso.

Para mi, saber el himno nacional, es como saber el padre nuestro. Solo me sirven para recordar la forma en la que me criaron. Hoy siento la misma repulsión cuando escucho una canción de Fonseca, o cuando el reloj marca las 6 pm y el himno nacional empieza a sonar. Sentir orgullo por los símbolos patrios, es sentirse orgulloso de las divisiones continentales que tanto daño le hacen a la gente. Abajo las fronteras, abajo las banderas, abajo las religiones.

3 comentarios:

  1. Leerte me provocan ganas de crear una maquina del tiempo para recuperar los segundos que desperdicie leyendo este desperdicio de bites. Hay muchos paises en los cuales puedes vivir y hasta renegar de tu nacionalidad. Deberias largarte lejos y crecer como persona, en vez de alimentar esa bilis con tanto odio, que te vas a enfermar! A donde vayas, muy dentro de ti, sabras que naciste colombiano, sientes como colombiano y odias como colombiano. Hasta nunca, perdedor! Pd: Publico como anonimo porque esta cochinada no me da opcion de otra cosa: Att: Jhon Telo

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  2. da mucha tristeza ver como hay personas con tanto odio en su interior, no piensen que esto se deba a que les toca tratar con x o y personas de xy regiones
    solo es porque su alma esta mas podrida que las personas a las cuales lanzan sis improperios.la felicidad esta dentro de nosootros, no la busques en pos demas.en cuapquier regoon de colombia que viva alguien asi,sera un eterno amargado

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