HISTORIAS DE ESTA LETRINA

Historias de ésta letrina

viernes, 17 de mayo de 2013

SAN PEDRO








Se acerca la celebración de San Juan y San Pedro en Colombia, y la gente cree que lo último es ir a Neiva, como si fuera el Ibiza colombiano. Neiva es un pueblo más de tierra caliente, donde el rolo llega a poner reggaetón a toda mierda en el carro, a jartar cantidades navegables de aguardiente y a hacer el ridículo portando poncho y sombrero, como si fuera la gran mierda. Esos sueños de pseudo-traquetos que tanto se ven por allá y en otras ciudades como Villavicencio.












 Planean el viaje con meses de anticipación, como si fuera el evento del año, reúnen gente, cuadran los cupos de los carros, consiguen posada y se emocionan de pensar que van a ver a las “reinas” trepadas en una chalupa navegando por el río Magdalena….uff que plan!!!  Todo el mundo que ha ido dice que la rumba en Neiva es tremenda, y yo discrepo, porque no debe ser muy distinta a cualquier rumba de cualquier moridero de tierra caliente, como Melgar o Girardot; gente sudando como porcinos en lugares que tienen palmeras pintadas en las paredes, lavaperros de traquetos con cadenas y anillos tomando Buchanan’s con dos putas en cada mesa, y treinta rolos detrás de ocho mujeres, bailando en un círculo cantando danza Kuduro y haciendo la coreografía.


Y vuelven a la capital afirmando que el Doble Anís es el mejor aguardiente del país, cuando saben que es mentira. Vuelven en bancarrota, con los carros hechos física mierda, con la mitad de la ropa vomitada y algunos con un ojo colombino. Todos se tienen que vestir allá con un estilo “casual”, con una camisa manga corta blanca metida dentro del jean, unos zapatos de gamuza y una chapa que, entre más grande sea, mas ansias de plata fácil demuestra. Si es que en tierra caliente uno tiene que vestirse acorde con el clima, en pantaloneta, con un esqueleto y sin medias. Me repugna la gente que quiere parecer elegante para ir a chupar aguardiente a un grill y después salir a escuchar reggaetón y “electrónica” al carro, a vomitar y a darse en la jeta con los neivanos por alguna perra que tiene 20 años, un hijo, y acabó de terminar el bachillerato.

Que se joda toda la gente que va año tras año a Neiva, y vuelven a la capital a ufanarse de haber participado en el evento mas guiso del país, después del reinado del turismo, celebrado en Girardot. Ni el Doble Anís es el mejor aguardiente, ni la rumba de Neiva es la mejor del país, ni ir a San Pedro es para enorgullecerse. Un poco más de respeto.

Lo único bueno es que en esos puentes Bogotá se siente más vivible.

 

6 comentarios:

  1. creo que usted dice las verdades de la forma más cruda posible y me hacen reir sus expresiones. Le pongo atención a cada publicación de su blog, pero debo decir que eso es lo bueno de colombia, no es la maravilla y la gente hace muchas pendejadas pintorezcas. Tal vez por eso la gente de europa se aburre tanto.

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    1. Tiene mucha razón sr. anónimo, sin tanto comportamiento estúpido no tendría de qué escribir, por ejemplo. Saludos.

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  2. Anilícese usted y verá que usted también debe hacer varias de esas pendejadas, no se crea que por ser rolo esta muy culturizado. Hay costumbres que se heredan.... lo aliento a que siga escribiendo

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    1. Le dio tan justo al clavo, que mi crianza fue pasar las vacaciones siempre en Girardot, y viví muchos reinados del turismo viendo a mis tíos y tías tomar aguardiente hasta el coma etílico. Quiero decir que el blog es atacando justamente a los rolos, que piensan que por ir a una verbena de pueblo están de moda. Siempre bienvenido.

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  3. Para ser muy breve, concuerdo. ¿sabe que me gustaría saber que opina sobre la vaina morenazi que tanto revuelo está dando últimamente?

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  4. Esta entrada me recuerda el mismo comportamiento que tiene la gente en las fiestas empresariales de fin de año. Esto es lo que vive el habitante promedio asalariado de esta ciudad. Los atiborran de trabajo 14 horas al día, son violados y ultrajados en los buses de la capital, ganan miserias y se endeudan, y por alguna retorcida razón empeñan hasta el que sabemos para consumir cantidades navegables de alcohol, cambian el acento, escuchan y bailan una serie de esperpentos musicales hasta que terminan por hacer el ridículo. Creo que es una forma de revelación inconciente frente a las circustancias enfrentan a diario (aunque muchos de ellos se lo han buscado). O simplemente lo llevan en las venas, ve tu a saber.

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