HISTORIAS DE ESTA LETRINA

Historias de ésta letrina

martes, 20 de noviembre de 2012

LOS PATRIOTAS


Ahora es cuando se ven los patriotas ofendidísimos, indignados, heridos en el alma, porque a Nicaragua le dieron un pedazo de mar que era de Colombia. Y la gente en las redes sociales atiborrando los estados con frases como “Si permitimos esta sentencia de #LaHaya Lo próximo es que algunos quieran reclamar el Amazonas patrimonio Universal y no lo quiten también”, ó “Donde queda la soberanía de nuestro país, desastroso #FalloSanAndrés de #LaHaya.
 



Y entonces pienso yo que ahora sí se ven los patriotas, los que se preocupan por el país, pero son los mismos despreocupados que botan basura en las calles, por las ventanas de los buses o de los carros, los que botan aceite quemado a las alcantarillas, que le enseñan a los niños que la naturaleza vale guevo, que a los animales se les puede pegar y torturar porque no sienten. Esos mismos patriotas son los que desfalcan la nación, los que ganan dinero falsificando documentos, timando gente en las filas y vendiendo puestos para inscripciones de subsidios. Tan patriotas son que hoy se arrancan el pelo de la cabeza de la ira que les produce el fallo, pero son los mismos que se van de vacaciones al Rodadero y dejan flotando en el mar los paquetes de chitos, los vasos desechables, las latas de cerveza y hasta huesos de pollo. Son los mismos que nunca sincronizan los carros modelos 70 que tienen, los que adulteran licor en baldes y bateas en los patios de sus casas, los que venden cachorritos en las entradas de los almacenes Ley del centro de la ciudad.

 

Hoy la gente le hace el reclamo público al canciller y a Santos, quieren que en una alocución pública acepten que la nación ha perdido, que estamos todos tristes y que será difícil levantarnos de este golpe.  A mi la verdad me importa un culo si a Nicaragua le hubieran dado esos cayos, y a la mayoría también le importa un culo. Lo que pasa es que de unos meses para acá está de moda ser patriota, defender a capa y espada todo lo que tenga que ver con la soberanía nacional. Creo que eso es un efecto que el deporte ha creado en los ciudadanos.

 

Los deportistas olímpicos hicieron que los ciudadanos del común se dejaran de avergonzar de éste país, que pudieran levantar sus cabezas hundidas en la deshonra. Y ahora la selección Colombia con su buen rendimiento ha hecho que la gente vuelva a creer que este territorio es un país grande.

 

El patriotismo es apoyar la división de los continentes, del mundo, es estar de acuerdo con las fronteras que impiden que la gente pueda buscar mejores opciones y calidades de vida. Es aceptar la humillación con tal de irse de acá. Es arrodillarse pidiendo clemencia, esperando una hogaza de pan, esperando la lástima, piedad y caridad de una nación “mejor”. Es como la gente que se va para España, huyendo del desempleo de éste país.  Y llegan allá a lidiar con esa población xenófoba, que odia a los latinoamericanos, que los ve como cucarachas, viviendo en los tugurios de sus grandes capitales, trabajando únicamente en el servicio, sin opciones de adquirir vivienda, de tener una vida digna.

 

Hay que irse de acá, pero no irse de rodillas, lamiendo las botas de las autoridades fronterizas. Ser patriota es estar de acuerdo con los vejámenes que sufre la gente tratando de ingresa de forma ilegal a otro país.

 

Por favor, que la gente que está lamentando esa pérdida de mar, que me digan a ustedes en qué les afecta. Como si ellos fueran los pescadores que solían ir a esas aguas a buscar el sustento diario. O como si cada 8 días viajaran a los cayos a ayudar a sus pobladores. Ahora si sienten lástima por los verdaderos afectados, ahora sí son patriotas, ahora sí aman a su país, pero en su infinita hipocresía viven jodiendo las calles con sus basuras, jodiendo las aguas con sus aceites, jodiendo el aire con el humo de sus chatarras, jodiendo los animales, jodiendo todo. Si son tan patriotas, ¿dónde han estado cuando el ejercito y la policía han cometido crímenes de guerra con los pobladores del campo?  Se olvidan que esos atropellos le hacen mucho más daño al país que le quiten un poco de agua.

 

Si me preguntan a mí, que le quiten todo el mar a Colombia, con tal que los policías dejen de matar gente, y que los soldados dejen de matar perros. Eso sería más patriótico, que pelear por unos metros cuadrados de mar.

 

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