Y la gente sigue diciendo que
colombia no es perico, no es cocaína, no es narcotráfico, no es delincuencia,
no son robos, asesinatos, secuestros, paseos millonarios, maltrato animal,
violación a los derechos humanos, no es borrachera, irrespeto, no es vandalismo
ni es nada de eso que dicen en otros países, desde hace más de 30 años.
¿Por qué creen que no somos eso?
¿No han visto las celebraciones del cumpleaños del Club Deportivo Los
Millonarios y de los partidos de la selección colombia? ¿No se han dado cuenta
que en las calles de todo el país siguen matando por robarse un BlackBerry? ¿Porque
ustedes no son delincuentes creen que pueden pedir respeto por el nombre del
país? Pues no, no pueden, este país es de drogas, de alcohol, de putas, de
puñaladas, de ladrones, y sobre todo, de reinas y políticos, que son el cáncer
de la sociedad. Por ahí en la internet anda rodando un video del hijo del
presidente, el hijo del periodista Yamit Amad, Manolo Cardona, la omnipresente
y molestamente polifacética Carolina Guerra, y otros personajes que no tengo ni
puta idea quienes son, pero todos dicen que son famosos. Si ellos, que son la
admiración del grueso de la población guisa, ñera y sin aspiraciones (sólo de
perico), se pueden ir a las piñas con unos tipos en un restaurante, ¿qué se
espera del resto de los colombianos?
En el desespero del tropel,
buscaban todo lo que estuviera encima de las mesas para tirárselo a los otros
tipos; volaron como 3 platos y uno le rompió la boca a un rival brazuca. Los
que estaban filmando se reían constantemente del vergonzoso evento que
protagonizaron los supuestos famosos colombianos.
A mí la verdad me hubiera gustado
ver gente más barrio bajera en esa pelea, como Marbelle, Oscar Borda, Suso, la
negra candela, Jota Mario…..pero no, estaba lo que hoy se considera lo más influyente
de la sociedad colombiana. Una vergüenza saber que la gente “linda” se rebaje
al nivel mío y suyo, de pelearse por una silla en una flota, por un celular
sonando en un cine o por una mirada de culo a una mujer. Así somos todos, con
plata o sin plata, nacidos en cuna de oro o en el barro de éste muladar. Esos supuestos famosos, que salen en publicidad política
apoyando a los ladrones de siempre, diciendo que ellos creen, que ellos votan,
que ellos ven en el cambio, y salen con esta guevonada, una pelea que por las
razones que haya empezado, es una ridiculez.
Todos somos así, una vergüenza a
donde vayamos; hacemos el mismo ridículo llevando pollo asado al Parque Simón
Bolívar un domingo, en Pisa tomando la foto sosteniendo la torre o en Buenos
Aires abrazando a Mafalda. El país casi elige a Oscar Iván y seguimos diciendo
que somos un país al que se debe respetar. Por el contrario, deberían tratar a
colombia peor, de ignorantes, de estúpidos, de zafios, de todo lo que somos.
¿De drogadictos? Por supuesto, vaya mire usted las cantidades de perico que se
venden solo en cuadra picha un viernes en la noche. ¿De ladrones? Pero claro,
¿O es que los que roban vienen de afuera? ¿De asesinos? Por favor, si la nueva
moda de las señoras es envenenar perros y gatos en los barrios. Eso sin hablar
de las cifras de muertes violentas al año.
Yo no veo su país perfecto, yo no
veo que los buenos sean más. Lo que yo veo es más delincuencia, más hambre, más
pobreza, más desigualdad. Lo único que no veo es caballos tirando de las
carretas por las calles de Bogotá. Una de las pocas razones para estar feliz
acá. De nuevo.
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